Mas ¡ay SeñO!, que yo me veo oprimido por mis vicios, y cargado con mis culpas y pecados, y no puedo levantarme sin los poderosos auxilios de la divina Agudeza, y sin el atención de vuestro cariñoso socorro. Contempla los dos sacrificios en el Calvario – unidad, el cuerpo de https://jonahv578rnk0.aboutyoublog.com/profile